Fotulis y fotelis

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lunes, 22 de abril de 2013

Si eres un pajaro, soy un pajaro

Acabo de terminar de ver The Notebook. Lloré, si. Sonreí, si. Y me quedé con esta sensación rara acá en la garganta. Alguna vez me habré enamorado de verdad? Hoy creo que no. Hasta la semana pasada, creía estar enamorada, pero no, no es quien busco. Ninguno de los hombres a quienes en teoría amé, se acercan a lo que busco en mi Noah.
Mi Noah me hace reir a carcajadas y es capaz de ponerse a bailar en el medio de la calle, o en el living, o en la cocina. Mi Noah me hace bailar con él.
Mi Noah me da la mano para dormir, para caminar y para hacerme sentir protegida.
Mi Noah me incentiva a que haga lo que amo.
Mi Noah me acompaña y se deja acompañar. Es amor, amigo, compañero, me cuida, se deja cuidar, me reta, me baja a tierra y delira conmigo.
Mi Noah es musica y es silencio. Mi Noah me dice todo con la mirada. Mi Noah, de hecho, tiene una mirada de esas que me ponen nerviosa. La mirada más linda que los ojos.
Mi Noah no me esconde. Al contrario, está feliz de que lo vean conmigo. Y todos los días me recuerda que cosas ama de mi y cada día, logra que vuelva a elegirlo.
Mi Noah llora, siente, vive. Y lo expresa. Y no tiene pudor en pedirme ayuda.
Mi Noah me enseña todo lo que sabe y es un excelente aprendiz.
Mi Noah me mira a los ojos antes, durante y después.
Mi Noah, en caso de existir, sabe que por él haría TODO. Vencer miedos, obstaculos, distancias, TODO. Quizás sea tiempo de enamorarme por primera vez. Y el día que suceda, esté donde esté, acá, allá, o más lejos, me la juego entera.
Porque mi Noah vale la pena.

 

martes, 9 de abril de 2013

Basta de llamarme así

- Ay mi amor
- No me llames así

Pero él no escuchaba. Estaba más preocupado en lograr que yo me desvista, que en escucharme. Y yo, a pesar de que cada vez que él me da un beso, me siento en CASA, no estaba ahí. Estaba a cientos de kilometros, intentando entender como OTRA VEZ había caido en la misma trampa de siempre.

- Bueno, basta, calmate. NO. Basta, no puedo

Pero él, sabiendo cuanto me puede, me agarró la cara con las dos manos y me dio otro beso. Lo abracé. Y nuevamente, le dije BASTA.

- No tenés idea cuanto me calentás, mi amor
- No me llamés así

Me acomodé la ropa, le di un beso, y me fui. Como él, hay muchos otros que me quieren coger, supongo que debo ser linda, o algo buena debo estar, pero como él, hay muchos. Y la verdad, en este momento, no tengo ganas de que me cojan. Ok, es genial calentar a un tipo que te gusta, pero un poco duele. Porque ante todo, soy una mujer. No me interesa calentar a nadie. A mi me interesa que me quiera.

 - Me encanta como me tocás
- Claro, te encanta tanto, que por eso te veo cada dos meses o cuando se te canta el culo, no?

Y como siempre, nada. Risas. Y en el taxi, respirando el aire frio que entraba por la ventanilla, sonreí. Por primera vez en mucho tiempo, sonreí saliendo de ahí. Aunque jamás entienda porque termino siempre ahi, en la misma situación.

- No tenés idea cuando me calentás, mi amor
- No me llamés así

Hoy, a una sola persona le permito llamarme así, porque tenemos una comunicación y una forma de relacionarnos tan tierna, que de él, no me jode. Pero de los demás, si. Me molesta.
No me llames "Mi amor" si no soy TU amor.
No me interesa que me digan que estoy buena, que soy linda, o que debo tener más de uno atrás con ganas de ponermela. No me interesa. No necesito que me cojan.
No necesito que me cojan el cuerpo. Necesito que me cojan la cabeza.
Desde adentro.
Gracias

 

domingo, 7 de abril de 2013

Ya no se que hacer conmigo

Hoy me desperté extrañando a gente que no me extraña, necesitando a gente a quien no le interesa y buscando un poco de consuelo donde no lo encontré. Sola. Cansada. Saturada. Sin rumbo. HARTA. Harta de sufrir en silencio, harta de creer, de confiar, de querer y vivir decepcionada una y otra vez. Harta de esta hipersensibilidad inmunda que me hace vivir preocupada por los demás. Y en mi? Alguien piensa en mi? Alguien se pone mis zapatos y camina un rato? Todo era más facil cuando la gente creía que yo era fria y que todo me importaba 3 chotas. Porque fui así. Hasta que empecé a ser yo. A ser HUMANA. A bajar la guardia. Y ahi me cagué la vida. Porque hay que ser una mierda, sin sentimientos, ni corazón, para que te pasen cosas buenas. Porque la gente está muy forra, te dicen que te quieren, que te adoran, que cuentes con ellos, y de repente te dejan de garpe, o ni siquiera te preguntan como estás, que sentis, que necesitás. Aunque una esté bien y no necesite nada. Debe ser re lindo que se interesen por una. Debe ser re lindo que la necesiten a una alguna vez. A mi, esas cosas no me pasan. AGOTADA. Tengo uno de esos días en los que desearía desaparecer del mundo y que nadie más me lastime. Que nadie más me ignore. Que nadie más se pase mi cariño por la zanja. AGOTADA de dar siempre más de lo que recibo. HARTA de demostrar y que no me demuestren. CANSADA de ser siempre quien se juega. REVENTADA de dolor. El día que entiendan que yo no soy normal, que yo no lloro, yo sufro, que yo no me caigo, yo me desintegro, yo no me pongo mal, yo me deprimo, dejo de comer, dejo de dormir, tengo pesadillas, no hablo, me agarro alergias y hasta levanto fiebre. Soy una puta esponja que absorbe toda la mierda que me tiran. Y la verdad, no tengo más ganas de ser así. No está bueno, se sufre. Así que hasta que alguien me demuestre lo contrario, seré una hija de puta. Ser buena mina no me funcionó.